miércoles, 18 de enero de 2012

Ilusión furtiva.

Deja entre abierta princesa mía, la ventana que conduce a la alcoba de tus sueños, para que con un furtivo beso acurruque tu cuerpo.
Dejame contemplar en la noche tu corazón desnudo, pintar en un lienzo tu estampa de sirena con colores de deseo.
Niegame tu último pensamiento, para convertirme en un ladrón de recuerdos y arrebatarselos a Morfeo, luchar contra el destino y ganarle al tiempo.
Dejame princesa mía, ser el guardián de tus noches y despertarte al alba con la suave caricia de mi mirada.
Ser el compás silente de tu melódico respirar, cuando tu cuerpo descansa y tu alma se descalza libre sobre la arena de los sueños.

Quiero ser la estrella guía de tu pasión dormida, el celeste cielo sobre el cual descansa el te quiero.
Tengo el deseo perdido, una ilusión furtiva, una ventana cerrada.
Tengo la impaciencia en guardia, la conciencia ausente y el corazón ardiente.
Tengo ganas de noches al pie de tu ventana, esperando el descuidado y consciente gesto de que algún día se entre abra, para pasearte en sueños por mi alma.
Convertirme en el primer recuerdo que tengas al despertar cada mañana.
Ser el pintor silente, que con colores de deseo, dibuje tu alma.

La daga pensante.

2 comentarios:

  1. ¡Wow! Cuando empiezo con esa onomatopeya tan descriptiva, ya te puedes hacer una idea de lo que sigue, amiga Mariam. Maravillosa la foto, con esta muchachita tan bella y romántica, pintando corazones en el cristal, mientras su Romeo la observa a una distancia insalvable, pero feliz, sin duda, con este momento de arrobo, de contemplación, sin que ella, aparentemente, se aperciba de su presencia, él es feliz con ese instante regalado de una visión tan hermosa y codiciada. Este es un tapiz ornamental de una belleza eterna, ancestral, que no desluce sus colores con el tiempo, que aprehende en su seno toda su belleza a través de rutilantes palabras, que nadie como tú, sabe hilvanar con maestría. Sólo una persona de profundo romanticismo y emotividad, sensibiidad humana, es capaz de bordar estos patrones léxicos tan elegantes y bellos, que son casi como una canción de amor a capella, donde las palabras suprimen cualquier conato interactivo de la música, pues la cadencia de cada palabra es en sí una pequeña obra de arte. Navegas y planeas como nadie en el lenguaje del corazón. Lo describes de maravilla en el título: ilusión furtiva, pues eso es lo que apresa cada noche a este Romeo, ese instante furtivo de contemplación, que es como un regalo, que mantiene viva la llama del deseo, aunque la distancia es insalvable, el deseo no perece, de hecho, lo alimentan estos encuentros tácitos de romanzas y coqueteos, pues ella parece feliz, y tal vez finge que no conoce los desvelos de su Romeo, tal vez es este un encuentro tácito y ella se deja amar en silencio, y le regala esos instantes furtivos, le regala esos momentos para no erradicar del todo la llama de su pasión, su desvelo y su enamoramiento. Definitívamente me inclino por la astucia pergeñada por la delicada muchachita de aires parisinos. Adora la seducción y el juego de: "me tienes ahí, pero adoro estos momentos de tú me obervas y yo me convierto en tu musa temporal". Fantástico relato amiga, que da mucho juego y mucho que analizar y pensar, muchos prismas para catalogar esta preciosa historia tan bien contada. Saludos

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  2. Gracias Victor por tan bellas palabras. Quería encerrar en este relato, la imaginativa sensación del deseo a través del pensamiento.
    Un saludo.

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